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Machetazo. M. Golpe que se da con el machete (DRAE). «Un peón había tenido tiempo de ases­tarle un MACHETAZO en la oreja.» (H. Quiroga, cita de la Gran Enci­clopedia Larousse.) Et. y org. D. de machete.

Machete. M. Cuchillo grande de diversas formas que se emplea para desmontar, cortar caña de azúcar y otros usos. (DRAE, 2ª acep., lo localiza en Honduras y Nicaragua.) «Mientras ellos con el MACHETE cortaban las cañas, las egollaoras con el hocino las descogotaban.»  Sin. Hachuela (aunque ésta tiene la hoja más corta). Der. y comp. Mache­tero; machetazo. Et. y org. D. de macho, «mazo grande que hay en las herrerías para forjar hierro», y éste del lat. marculus, d. de marcus, «martillo» (DRAE).

Machetero. M. El que en los inge­nios de azúcar se ocupa en cortar las cañas (DRAE). «Los MACHETE­ROS iban delante cortando cañas y detrás las monderas limpiándolas.» Sin. Cortaor. Et. y org. D. de ma­chete.

Machota. F. Se usa con el verbo hacer, significando machacar a gol­pes la caña dulce y después     retor­cerla con objeto de que chorree el jugo y tragarlo por quien no puede o no quiere masticar los canutos. (No en los léxicos consultados.) "Como no tenía dientes tragaba el jugo de la caña haciendo MACHO­TA.» Et. y org. Supongo que es un deverbal de machacar o machucar.

Maestro. M. En los ingenios era el  especialista técnico de determinadas operaciones del proceso de elabora­ción del azúcar. «Pleito para la re­clamación de una deuda a los he­rederos de Francisco Casanova, MAESTRO CALDERERO del Ingenio de la Palma, Motril 1695.» (AMM, Leg. 4, pieza 21, Motril y el Azúcar: Tradici6n y Modernidad.) Et. y org. Del lar. magister, -tri. 11 Res. En los ingenios diversos maestros: ban­quero, que dirigía el reparto de la melaza en las formas o pilones; de cuajos, cuya función era dar el punto de azúcar en las últimas cal­deras; formero, encargado del blan­queo de las formas de azúcar; jaropero, que dirigía el proceso de clarificación del caldo en las prime­ras calderas; melero, encargado de la conversión del jarope o caldo en miel; tachero, cuya misión consistía en obtcner la primera cristalización del azúcar; calderero, bajo cuya res­ponsabilidad estaba la evaporación y concentración del jarope. (M. Domínguez García, «Azúcar e Inge­nios en Motril» Revista Cajasur.)

Maestro de azúcar. Expr. El ope­rario que ejecuta y dirige la elabo­ración del azúcar, su cochura, punto y cuanto sea relativo a las cargas de calderas de purga, etc. (Vocabulario de Ocupaciones, Ministerio de Tra­bajo, 1963.) «El MAESTRO DE AZÚCAR paseaba continuamente por la pasarela de la nave de las tachas observando los tubos de nivel.» Et. y org. Maestro de magister, de magis, «más».

Malaxadora o malaxadora-cristalizadora. F. Recipiente provisto de agitadores que recibe la masa que sale del aparato de cocción del ja­rabe de azúcar o tacha y permite un enfriamiento gradual antes del   turbinado, para aumentar el rendi­miento en azúcar cristalizado. (Lar., no en DRAE.) «Las MALAXADORAS tienen por lo común forma de cuba cilíndrica, en la que unas pale­tas animadas de un movimiento de rotación excéntrico amasan y mez­clan los productos sometidos a su acción.» (Lar.) Sin. Amelazadora y melazadora por confusión vulgar con melaza. Et. y org. D. de mala­xar, del francés malaxer, «ablandar, reblandecer». Res. En la malaxa­dora se remueve lentamente la ma­sa cocida para evitar la decantación de los cristales de azúcar. La opera­ción de malaxar pertenece a la fase de turbinación, última de las cuatro en que se puede considerar articu­lada la fabricación del azúcar: ex­tracción del jugo, clarificación, eva­poración –cocción y turbinación. Las malaxadoras se emplean no sólo en la fabricación del azúcar, tanto de caña como de remolacha, sino tam­bién en la de mantequilla.

Mancaje sevillano (o simplemen­te sevillano). Expr. Herramienta agrícola utilizada eventualmente pa­ra cortar la caña de azúcar. (No en las enciclopedias, diccionarios y lé­xicos consultados.) «Una vez que­madas las hojas de las cañas, entran los cortaores segándolas con el MANCAJE SEVILLANO.» (Conversa­ción con los labradores motrileños A. Terrón Sánchez y F. Rodríguez López.) Sin. Sevillano (abreviada­mente). Et. y org. Mancaje viene de manus, «mano», y ancus, «que tiene la mano encogida» por la forma de mano vuelta que tiene (es el mismo étimo que manco); sevillano, genti­licio de la capital andaluza, adjetivo asignado por haberse empleado pri­meramente en las vegas del Guadal­quivir. Res. Este instrumento es semejante al almocafre con la dife­rencia de que termina en filo en vez de en pico. Los cortadores lo utilizan abriendo su curvatura por ser más ligero y manejable que la hachuela y el machete. Su uso se introdujo por la década de los se­tenta coincidiendo con los comien­zos de la quema de las hojas de la caña, y se está generalizando con rapidez.

Mandil. M. En general, prenda de cuero o tela fuerte que, colgada del cuello, sirve en ciertos oficios para proteger la ropa desde lo alto del pecho hasta por debajo de la rodilla (DRAE). En Motril era prenda usada por los monderos y por los arrieros de las acémilas que trans­portaban las cañas desde la vega hasta las fábricas. «El mondero con su MANDIL de fuerte lienzo y su sombrero de ancha ala, trabaja con ardor, pensando en el ahorro para el invierno.» (Costa del Sol, 1930, «El Mondero».) Et. y org. Del ár. man­dil y éste del Íat. mantele, «mantel» (DRAE).

Manijero. M. Ayudante del capataz que dirige el corte de la caña. (AM. El DRAE da una acepción genérica castellana: «Capataz de una cuadrilla de trabajadores del campo», y otra regionalista de Andalucía: «El en­cargado de contratar obreros para ciertas faenas del campo». El Voca­bulario de Ocupaciones del Ministerio de Trabajo, 1963, la describe como «el obrero que además de su trabajo manual, lleva la dirección práctica y ordena el trabajo de los restantes productores o gañanes»). «En la época a que me refiero ningún po­lítico tenía partidarios, prosélitos, afiliados, censo electoral. A lo sumo contaban con el capataz, el recargaor y el MANIGERO." (Francisco Pérez García, El Faro de Motril, 8-X -1982.) Et. y org. Del bajo lat. menagerius, del lat. mināre «conducir» (DRAE 1970.) El DRAE 1984 lo da procedente del antiguo francés maisnagier. El Diccionario Etimoló­gico de Roque Barcia dice que pro­cede del lat. manus y gerere, «llevar la mano», y que la jota es bárbara.

Máquina de Vapor.- Expr. En la fabricación industrial del azúcar, la destinada a hacer el vacío en las cajas de vapor  (donde se concentra el jugo) y en las tachas (donde se cristaliza el azúcar. También se emplea como fuerza motriz del generador eléctrico y de las turbinas. || <…Estamos sin duda en la zona donde se encuentra la concentración de MÁQUINAS DE VAPOR terrestres más importante de España y posiblemente de Europa> (Miguel Giménez Yanguas Importancia tecnológica de la industria del azúcar de caña, el libro Motril y el azúcar: Tradición y modernidad || Com.  Esta expresión es un tecnicismo general de mecánica, aplicado a todas las máquinas que se mueven mediante el vapor; sin embargo se incluye en este léxico por el carácter de símbolo de la fabricación del azúcar de caña que ha adquirido al ser expuestas en la vía pública de algunas ciudades azucareras (Vélez Málaga, Salobreña y Motril) || Res. Se construyen estas máquinas a base de acero al carbono; los cuerpos son de hierro fundido, mientras que los volantes, los soportes y los casquillos son de bronce.

Más a más. Expr. Sobreprecio que se pagaba por el transporte de la caña desde los puntos más alejados de la vega hasta el trapiche, ingenio o fábrica. (No en: DRAE; Lar.; VA; VAA; VPM.) «Los gastos de corta y transporte eran a cuenta del inge­nio pero sólo de las cañas de la Vega de los Canelones. Los cose­cheros de otras zonas pagaban el MÁS A MÁS a razón de 92 reales por tarea de cañas llevada al ingenio." (Domínguez García, «Azúcar e In­genios en Motril", Revista Cajasur.) E/. y org. Es expresión sintética de «más precio a más distancia".

Masa cocida. Expr. Masa cristalina de sacarosa en suspensión en un ja­rabe no cristalizable. (Lar., artículo «Azúcar»). «Afinación de los cuajos o MASAS-COCIDAS. Tubinación.» (Costa del Sol, 1930, «Fabricación del Azúcar de Caña».) Sin. Cuajo.

Mascabado. Adj. Dícese del azúcar de caña de segunda producción. (DRAE. La Gran Enciclopedia La­rousse, define más descriptivamente el término: «dícese del azúcar que se envasa junto con su melaza».) «Cada uno de los ingenios... aparte de moler y obtener en los primeros seis meses el azúcar en prieto, los seis restantes del año los destinaba a beneficiarla y blanquearla obte­niendo los segundos azúcares o guitas y los terceros o grutones que­brados e MASCAVADOS.» (Manuel Domínguez García, Suplemento del Diario Granada, agosto de 1982.) Sin. Moscabado (DRAE); tercer azúcar; grutones quebrados; azúcar de miel de tierra. Et. y org. Del portugués mascabar. d. del francés antiguo meschever, «tener desgracia, fracasar, equivocarse, fabricar mal», derivado del lat. minus, neutro de minor, -oris, «menor», y caput, «ca­beza»; como si dijéramos menos acabado. Res. Este azúcar se obte­nía de las melazas que destilaban las formas después de haber cubierto el pilón o la masa con tierra o creta húmeda que arrastraba la miel que no salía por su propio peso, por eso se decía también que era azúcar de miel de tierra. 

Mayordomo. M. Empleado de los ingenios a cuyo cargo estaba el go­bierno económico o la vigilancia de determinadas actividades no técni­cas de la elaboración del azúcar. «Auto de Tomás de Cardona, al­calde mayor de Motril, para que el MAYORDOMO de caja del Ingenio del Trapiche dé relación de lo mo­lido.» (Motril 15-V-1665, AMM Leg. 4, pieza 4, Motril y el Azúcar: Tradición y Modernidad.) Et. y org. Compuesto del lat. maior, «mayor» y domus, «de la casa», aludiendo al criado de mayor responsabilidad de los de la casa. Res. En los ingenios había varios mayordomos: de inge­nio, encargado de llevar la contabi­lidad y era jefe de personal; del peso, que controlaba el pesaje de las cañas a su llegada a la aduana del ingenio; de mira, cuya función con­sistía en la vigilancia de la molienda (ibídem). El mayordomo venía a ser una especie de director de los inge­nios, y custodiaba los libros de caja y el de ballestilla.

Maza. F. En los molinos de caña de azúcar, cada uno de los tres cilin­dros metálicos y dentados o muelas que integra la unidad o juego de molienda. (No en DRAE con este significado; Lar., la define así: «En los ingenios azucareros de Cuba, cualquiera de las tres piezas cilín­dricas de madera revestidas de hie­rro que sirven para extraer el jugo de caña».) «La forma más común de los molinos de caña es el de tres MAZAS cilíndricas.» (Costa del Sol, 1930, «Fabricación del Azúcar de Caña».) Et. y org. Del lat. mattea, que parece ser derivado regresivo del lat. mateola, «maza" (Cor.). Res. En cada unidad o juego de molienda 1as mazas se denominan mayor a la superior que recibe y transmite a las otras dos el movimiento rota­tivo, cañera la que recibe la caña entera y bagacera la que expulsa la caña molida o bagazo.

Maza bagacera. Expr. En el moli­no de cañas compuesto de tres ci­lindros, o muelas metálicas denta­das, el segundo de los inferiores, por donde sale el bagazo o residuo fibroso de la caña, después de haber sido triturada ésta y extraído el zumo. «...dos de ellas (mazas) en el mismo nivel, giran en la misma di­rección y llevan los nombres de maza cañera y MAZA BAGACERA.» (Costa del Sol, 1930, «Fabricación del Azúcar de Caña».) Et. y org. Vid. los términos componentes.

Maza cañera. Expr. En el molino de cañas compuesto de tres cilin­dros o muelas metálicas dentadas, el primero de los dos inferiores por donde entra la caña. «La forma más común de los molinos de caña es el de tres mazas cilíndricas; dos de ellas en el mismo nivel, giran en la misma dirección y llevan los nombres de MAZA CAÑERA y maza bagacera; mientras que la tercera o maza mayor, está colocada sobre las otras y gira en dirección opuesta.» (Costa del Sol, 1930, «Fabricación del Azúcar de, Caña».) Et, y  org. Vid. los artículos correspondientes a los términos componentes.

Maza mayor. Expr. En los molinos de cañas de tres cilindros o muelas metálicas dentadas, el que está colo­cado sobre Íos otros dos, gira en dirección opuesta a ellos y recibe el movimiento del volante transmi­tido por la trócola. «... mientras que la tercera o MAZA MAYOR, está colocada sobre las otras y gira en dirección opuesta.» (Costa del Sol, 1930, «Fabricación del Azúcar de Caña».) Et. y org. El calificativo de mayor lo recibe esta maza proba­blemente por estar colocada a nivel superior a las otras y transmitirles el movimiento rotativo.

Meladura. F. Jarabe previo para ha­cer el azúcar (DRAE). «La forma­ción del grano o cristales se funda en la evaporación en el tacho de una cantidad de MELADURA a tal concentración que contenga más azúcar de la que podría tener en disolución si se dejara en reposo o se hace descender la temperatura.» (Costa del Sol, 1930, «Fabricación del Azúcar de Caña».) Sin. En Amé­rica, según el DRAE, melado. Et. y org. D. de miel, del lat.  mel, mellis (DRAE). Res. La habilidad del maestro de azúcar consiste en aumentar el tamaño de los cristales por repetidas entradas de meladuras en el tacho, concentrándolas sin permitir la formación de nuevos cristales con las nuevas entradas de jarabe.

Melar. Intr. Dar al caldo de la caña dulce la condensación de la miel. (José Pérez Vidal, Cañas y Trapiches de Azúcar en Marbella.) (El DRAE da la siguiente definición en la primera acepción del término: «En los ingenios de azúcar, dar la segunda cochura al zumo de la caña, hasta que se pone con consistencia de miel».) «...esta condensación se produce en las calderas de MELAR, cuyos suelos, suelos de MELAR, se hallan sentados en los hornos de MELAR; utensilios auxiliares: el ca­cillo de MELAR y el perol de ME­LAR.» (José Pérez Vidal, Cañas y Trapiches de Azúcar en Marbella.) Et. y org. Del lat. mellāre, d. de mel, me­llis, «miel» (DRAE).

Melaza. F. Líquido más o menos viscoso, de color pardo oscuro y sabor muy dulce, que queda como residuo de la fabricación del azúcar de caña o de remolacha. (DRAE. El Vocabulario de Murcia, de Alberto Sevilla la define como «heces de la miel».) «Para unas tiene recuerdos / dulces como la MELAZA / y para otras complacencias / que traduce en largas charlas / [...]» (Cándida Jiménez Cazorla, Cuentos y Versos. Carta a Clementina, Motril, 1930.) Et. y org. Aum. despectivo de miel.

Melazadora. Malaxadora. (Vid. es­te término.)

Melcocha. F. Jugo a medio cocer de la caña de azúcar. (AM. El ­DRAE da dos acepciones distintas: «1. Miel que estando muy concen­trada y caliente se echa en  agua fría, y sobándola después, queda muy correosa. / 2. Cualquier pasta comestible compuesta principal­mente de esta miel elaborada».) «La comida del ídolo era bollos pe­queños en figura de manos y pies, y otros retorcidos como MELCO­CHAS.» (Antonio de Berrera, Histo­ria de Indias, Decad. 3, lib. 2, cap. 15.) Sin. Arropía. Der. y comp. Melcochera; melcochero. Et. y org. Parasintético de miel y cocha, éste p.p. de cocer, del lat. coctus.

Melcochera. F. Industria que ela­bora la melcocha o miel de caña. (No en: DRAE, VA, YPM, etc.) «Cuando el calor apretaba, la Muer­te y su hija se trasladaban a la MELCOCHERA, un trapiche en que se fa­bricaba miel de caña...» (Pedro Ba­rragán, Zafan, p. 202.) «Relación de cañas de rojos ingresadas durante la campaña 1937 a nombre de la Comandancia Militar en la azuca­rera La MELCOCHERA de Lobres.» (Motril 25 de agosto de 1937, AMM, Leg. 262, pieza 3.) Et. y org.  D. de melcocha. Res. En la actuali­dad sólo tenemos noticia de que funcione como melcochera la Nuestra Señora del Carmen de Frigiliana (Málaga). En la primera mitad de nuestro siglo funcionaron la de Lobres de Enrique Montero López y la de Otívar de Ramón Entrena.

Melote. M, Residuo que queda des­pués de cocer el guarapo, y que contiene el azúcar de quebrados y el mascabado, (DRAE,  1ª acep,) -MELOTE se llama también al últi­mo residuo y heces que despide el azúcar después de la segunda fá­brica de ella, en que queda el azúcar de quebrados y mascabados,» (Dic, Autor, –1725–,) Et, y org, D. de miel

Mesa. F. En el ingenio, plano hori­zontal o tablado sobre el que están colocados los molinos, donde los obligados de palacio ponen las ca­ñas que se van a moler inmediata­mente. «Luego que se recoge la caña de azúcar, se exprime por me­dio de unas máquinas llamadas tra­piches, compuestas principalmente de tres cilindros gruesos de hierro, colocados sobre un plano horizontal que se llama la MESA, y dispuestos verticalmente sobre la misma línea,» (Diccionario Universal de Agricultura traducido por Juan Álvarez Guerra en 1799, Voz «Caña»,) «Entonces las cañas quedan desorganizadas y privadas de sus xugos, los quales caen sobre la MESA, entran en una canal hecha en uno de sus extre­mos, y corren a los reservatorios o pilas del guarapo o xugo expri­mido» (ibídem), «De allí llevan las cañas a la MESA que es un tablado que rodea la molienda, de donde las cogen a mano unos hombres encar­gados de esta operación, y las meten por entre unos fuertes cilindros de hierro colado…», (El Museo Uni­versal, Madrid, 8-VI-1862, por A.)  Et, y org. Porque es la plataforma donde se coloca la materia prima para alimentar los molinos.

Miel de caldera. Expr. La obtenida cociendo el zumo de la caña de azú­car (Gran Enciclopedia de Andalucía, Se dice en las provincias de Gra­nada, Córdoba y Jaén,) «Le dio de merendilla un canto de MIEL DE CALDERA, (Alcalá Venceslada, Voca­bulario andaluz). Sin. Miel de caña, de gota, de prima; miel negra; miel nueva, Et, y org. Miel, del lat. mel, mellis, Caldera, del lat, caldaria. Tiene su origen la denominación en la cochura en caldera a que se so­mete el zumo para obtener la miel, por oposición a la miel de abeja, cuyo proceso de obtención es natu­ral y sin intervención industrial al­guna,

Miel de furos. Expr. Melaza que es­curre el azúcar por la abertura que tienen en la parte inferior los mol­des de los pilones, «La MIEL DE FUROS todavía contiene parte de la sacarosa del guarapo.» Et. y org, Le viene el nombre de que recibe la denominación de furo la abertura inferior de la horma o forma o molde de los pilones,

Miel de gota. Expr. La tercera y última miel que da de sí el azúcar fino al tiempo del blanqueo (Dic. Autor.) «…aplicó la boca y chupó, chupó, chupó hasta que al cántaro de MIEL DE GOTA no le dejó gota de miel.» [Vejamen (sic) celebrado en Granada. Son. Port., siglo XVII, p. 13, cita tomada del Vocabulario An­daluz.) Sin. Miel de caldera, de prima, de caña; miel negra; miel nueva. Et. y org. Diósele este nom­bre porque sale en muy corta canti­dad y gota a gota.

Miel negra. Expr. Miel de caña (DRAE). «Un canto de MIEL NE­GRA han merendado los niños.» (Alcalá Venceslada, Vocabulario Anda­luz.) Sin. Miel de caldera, de gota, de prima; miel nueva. Et. y org. Deriva el nombre de ser más os­cura que la de abeja a la que tam­bién se llama miel blanca.

Miel nueva. Expr. Miel de caña. (Dic. Autor., Lar., RB.) «Miel se llama en los ingenios de azúcar aquella sustancia que ha caído de las cañas al tiempo de molerlas, des­pués que se ha dado la segunda co­chura, y ésta se llama MIEL NUEVA.»(Diccionario de Autoridades.) Sin. Miel de caldera, de gota, de prima; miel negra. Et. y org. Tal vez pro­ceda la denominación de que se produce en primavera, al comienzo de una temporada en que la de abeja aún no se ha elaborado.

Miel de prima. Expr. Miel de caña (VA). «MIEL DE PRIMA... vulgar­mente y con menos propiedad la llaman miel de caña.» (Diccionario de Autoridades.) «... de mil arrobas de caña, producto de 4 marjales, se estraen  100 arrobas de materias azu­caradas, compuestas de 20 arrobas de azúcar blanca, 20 id.  de azúcar quebrado, 40 de MIEL DE PRIMA y 20 de miel de tierra.» («Informe» R. Sagra.) Sin. Miel de caldera, de gota; miel negra; miel nueva; tam­bién se dice miel prima. Antón. Miel de tierra. Et. y org. Se bautizó así por ser la primera que destila luego que se ha echado en la forma para hacer el pilón (Dic. Autor.).

Miel de tierra. Expr. Miel que re­zumaba del pilón a través del furo de la forma arrastrada por el agua de tierra o de creta con que se cu­bría aquél. «Le echan después la greda, y vuelven a dar miel, que entonces se llama MIEL DE TIERRA." (Extracto de la «Memoria» de An­tonio Ribas, vecino de Motril, in­cluida en el Diccionario Universal de Agricultura, 1799.) Et. y org.  Es evi­dente que por tratarse de la miel arrastrada de la masa del pilón por el agua de tierra, barro o creta, y que no había salido antes por su propio peso (miel prima).

Mochear. Tr. Desprender la tierra adherida a las zocas o raíces de la caña cuando se arrancan, golpeán­dolas con la empuñadura o mocho del almocafre, o contra el astil o mocho del azadón. (Sólo he en­contrado este verbo en el Vocabula­rio Andaluz con el significado de «Deshacer terrones con el mocho del azadón», y lo localiza en Valde­peñas y Jaén.) «...años atrás se arrancaban –las zocas– con arados y se MOCHEABAN con diferentes herramientas agrícolas.» (Antonio Posadas Estévez, Glosario de Pala­bras, sin editar, voz «zoca».) Et. y org. D. de mocho, «remate grueso y romo de un instrumento o utensi­lio largo». (DRAE), y según el VA: «Peto, parte de la azada opuesta a la pala», y mocho es voz expresiva co­mo el lat. mutilus, vasco motz (DRAE).

Moler. Tr. Exprimir caña de azúcar en el Trapiche (DRAE). «Assí començaron  a cortar las cañas dulces... y a desentrañarles el çumo... MOLIÉNDOLAS con muelas de piedra.» («Escolano», columna 7, cita de José Pérez Vidal en La Cultura de la Caña de Azúcar en el Levante Espa­ñol.) Com. Esta definición que da la Real Academia obviamente está an­ticuada; probablemente procede de épocas remotas en que aún no existían ingenios ni fábricas azucareras. i Et. y org. Del lat. molĕre.

Molienda 1. F. Porción o cantidad de caña de azúcar que se muele de una sola vez (DRAE). «...y por la dicha falta de leña y monte vaxo se avían encarecido las MOLIENDAS de las dichas cañas de algunos años a esta parte, pues valiendo treinta y seis ducados la MOLIENDA de cada tarea llegaba a zinquenta y dos por la mucha costa que los dichos inge­nios tenían en leña...» (Real Provi­sión de Carlos II prohibiendo que en los términos de Motril y Vélez entrasen ganados por ser necesaria la leña para la molienda de los inge­nios azucareros. Madrid, 9-IX-1673. Tomada esta cita de la Colección Do­cumental para la Historia de Motril.) Et. y org. Del lat. molenda, «cosas que se han de moler».

Molienda 2. F. Temporada que du­ra la operación de moler la caña de azúcar (DRAE 4ª acep.). «...lo que eleva el total de la MOLIENDA –del ingenio de Francisco Javier de Burgos– de 45 días a 180 tareas o 900.000 arrobas de caña, que rin­den 9.000 arrobas de azúcar en for­mas.» («Informe» de Ramón de. la Sagra, 1845.) L Sin. Corta; monda-1; zafra - 2. Et. y org. Vd. molienda-1.

Molinillo. M. Instrumento peque­ño para moler caña de azúcar. (N o con esta acep. específica en los léxicos consultados.) «Cuando, no obstante, el cultivo de la caña se hizo único ha sido en tiempo reciente, hace ocho o diez lustroso En­tonces murieron MOLINILLOS, tra­piches, pequeños ingenios y surgió la fábrica.» (José Garcés Herrera, Nube de Verano, p. 14. Novela iné­dita. Premiada en los juegos florales de Almería en 1909.) Et. y org. Dim. de molino, del lat. molinum.

Molinos. M. pl. En las fábricas de azúcar, serie de cilindros acoplados para triturar las cañas y así extraer­les el jugo. «El método antiguo de extracción, y que hasta ahora es el más usado, es el procedimiento del MOLINO.» («Fabricación del Azúcar de Caña», Costa del Sol, Motril, 1930.) Sin. Trapiche (en los ingenios). Der. y comp. Mo­lienda. Et. y org. D. de moler, del lat. molĕre (Cor.). Res. La disposición más común de los molinos de caña es el de tres mazas cilíndricas; dos de ellas en el mismo nivel, giran en la misma dirección y llevan los nombres de «maza cañera» y «maza bagacera»; mientras que la tercera, o «maza mayor», está colocada sobre las otras y gira en dirección opuesta; es decir que cada juego de tres rodillos viene a configurar un prisma triangular en posición horizontal. Hay molinos que tienen varios juegos consecutivos de ma­zas. El maestro de molinos era el encargado de dirigir la molturación. El motrileño Fernando Moreu Díaz patentó un nuevo procedimiento de extracción del jugo, cuya «Memoria», impresa en la tipografía «Comercial» de Tomás Galiana, se publicó en septiembre de 1932, y consistía en aserrar o cizallar las cañas mediante sierras circulares situadas muy próximas, movidas por electricidad. Ahora, 57 años después, la Azucarera Guadalfeo proyecta electrificar su tren de molinos. Fernando Moreu (hijo de Florencio Moreu uno de los princi­pales accionistas, juntamente con Fernando Díaz Quintana y Laura Martínez Roda, de la azucarera San Fernando) era ingeniero industrial y fue director de esta fábrica desde su inauguración el 21 de marzo de 1906 hasta 1914 en que se vende a la firma catalana Luis Plandiura-Amado Carreras.

Monda 1. F. Cosecha de la caña dulce. / 2. Duración de la cosecha de caña dulce. (No en DRAE, VA, VPM.) «...aquella estampa que nos ofrecía, llegado el tiempo de las MONDAS, los guardianes de los aca­rretos de cañas dulces, el celebé­rrimo carcamús.» («Crisis, Desarro­llo-Crisis, 1960-1983.») Sin. Corta; zafra. Der. y comp. Mondero; mondaera. Et. y org. Del lat. mundus, a, um, «limpio, elegante». Toda la re­colección recibe, por extensión o sinécdoque, el nombre de una de las operaciones que en ellas se rea­liza: quitarle las hojas al tronco de las cañas.

Monda 2. F. Cuadrilla de trabaja­dores de ambos sexos para cortar la caña de azúcar. (VA. No en: DRAE, VPM.) «Tenía en su plantación una MONDA de treinta operarios.» (Alcalá Venceslada, Vocabulario An­daluz.) Et. y org. Vd. monda-l. Res. Las cuadrillas de las mondas se suelen componer principalmente de «cortaores, arrumbaores y egoyaoras.

Mondaera. F. Navaja grande que se utiliza para cortar y mondar las ca­ñas de azúcar. «Échate al bolsillo la MONDAERA que nos vamos a chu­par unos tronquillos.» Et. y org. D. de mondar.

Mondero, a. M. y F. Trabajador que forma parte de la cuadrilla de la monda de cañas (AM). «...gru­pos de MONDEROS se dirigen a la faena de la zafra, camino de Minasierra.» (Nicolás Bonilla Alonso, «La Buhardilla», El Faro de Motril, 8-­IV-1983.) Et. y org. D. de monda.

Morada. Adj. Se aplica a la caña procedente de las Antillas. «La ca­ña MORADA tenía más peso y saca­rosa que la algarrobeña.» Sin. Americana; grande de Otaití. Et. y org. Por el color de su tallo.

Moropios. M. pl. Tortas de granos que se adherían a las paredes de los depósitos de mieles de tercera y cuarta parecidos al antiguo azúcar de redoma (Manuel Rodríguez Martín No en las enciclopedias y dicciona­rios consultados). «...aquellas costras que semejaban placas de limpio y reluciente oro con incrustaciones de diamantes, que en ocasiones te­nían que arrancarse a cincel, para que la semejanza fuese más com­pleta: no así las del MOROPIO que eran más tiernas, más oscuras y de granos más pequeños.» (Los Siete Dulces de mi Patria por Juan Ortiz del Barco.) Et. y org. Desconocidos.

Mosaico. M. Epidemia fitopatológica sufrida por la caña del país, a causa de la cual tuvo que ser   sustituida por variedades inmunes im­portadas. «Desaparecida la enfer­medad denominada MOSAICO –que atacaba la caña indígena– y con la aportación de variedades inmunes a dicha parasitaria y de gran rendi­miento, se ha mejorado considera­blemente el problema que ensom­brecía la vida agrícola de Motril.» (Anuario Guía de Motril, 1928.) Et. y org. D. del gr. mouseion, «Propio de las musas». La enfermedad se mani­festaba con manchas de varios colo­res, de donde viene la comparación con la taracea así denominada. Res. El ingeniero agrónomo Arsenio Rueda Marín trabajó incansable­mente en la Granja Agrícola de Motril para combatir esta enferme­dad, hasta que la venció introdu­ciendo la variedad de caña número POJ 2725 y 2727. Parece que esta plaga era transmitida por la caña de maíz, y atacaba a los tejidos de la gramínea, dificultando su creci­miento, siendo la causa del escaso rendimiento tanto en peso como en grado de azúcar.

Morena. Adj. Azúcar de segunda producción que, por llevar mezcla de melaza tiene color pardo u os­curo. «...las de cañas sólo producen Blanquilla y segundas y terceras, co­nocidas en el mercado con los nom­bres de MORENAS o terciadas, las que generalmente se emplean como pri­mera materia de otras industrias de­rivadas.» («La Reforma del Impues­to sobre los Azúcares», El Litoral Granadino, Motril, 1926.) Sin. De segunda; mascabados o moscabados. Anton. Refinada o de refino; blan­quilla. Et. y org. Por el color que presenta.

Moscabado. Adj. Dícese del azúcar de caña de segunda producción (DRAE). «Del portugués mascabar se tomó azúcar mascabado –el azú­car en bruto no purgado con ba­rro– ...variante MOSCABADO por influjo de mascado.» (Joan Corominas, Diccionario Critico Etimológico de la Lengua Castellana.) Sin. Masca­bada. Et. y org. Variante de masca­bado por influjo de mascado.

N

Nueva. Adj. Refiriéndose a la caña de azúcar, la que resulta del desen­volvimiento de los botones de una estaca que se pone en la tierra. «Una plantación de cañas dulces tiene cierto número de quadros de cañas NUEVAS, y el sobrante de sobrenuevos.» (Juan Álvarez Gue­rra, Diccionario Universal de Agricul­tura, p. 456, Madrid, 1799.) Anton. Sobrenueva; vieja. Der. y comp. Sobrenuevo. Et. y org. De la defini­ción resulta evidente el origen del calificativo.